Cómo elegir el doble acristalamiento ideal para tu vivienda

Cómo elegir el doble acristalamiento ideal para tu vivienda

Cuando alguien se plantea cambiar ventanas, la primera duda suele ser si merece la pena apostar por el doble acristalamiento.

Es lógico: hablamos de una inversión que no se hace cada día y que tiene un impacto directo en el confort y en la factura energética.

La buena noticia es que entender cómo funciona y qué opciones existen no es tan complicado como parece. Con unas cuantas claves claras, puedes saber qué pedir y qué esperar de este tipo de vidrios.

En esta guía vamos a repasar qué es exactamente un acristalamiento doble, las diferencias entre usar cámara de aire o gas, qué significan los valores U y g, cómo influyen los espesores y las combinaciones con vidrios especiales como los low-e, y un ejemplo práctico muy cercano, en Albacete, para que veas cómo se traduce en ahorro real.

¿Qué es exactamente un acristalamiento doble?

El concepto es sencillo: dos láminas de vidrio separadas por una cámara estanca. Esa cámara puede estar rellena de aire deshidratado o de un gas inerte, y es la que marca la diferencia frente a un vidrio simple.

En España, mucha gente utiliza “Climalit” como sinónimo de doble acristalamiento, porque fue la primera marca en popularizarlo, pero técnicamente hay múltiples fabricantes y variantes.

Lo importante es entender que ya no hablamos de un cristal aislante en sí mismo, sino de un sistema compuesto que mejora notablemente el aislamiento térmico y acústico de la vivienda.

Cámara de aire o gas: ¿qué opción elegir?

La cámara intermedia no está ahí por casualidad. Su función es actuar como una barrera al paso de calor y sonido.

  • Cámara con aire seco: es la opción más básica y también la más económica. Mejora de manera notable respecto al vidrio simple, pero su capacidad de aislamiento es limitada.
  • Cámara con gas (argón o criptón): aquí la diferencia es evidente. Los gases inertes tienen menor conductividad térmica que el aire, lo que se traduce en una reducción mayor de las pérdidas energéticas. El argón es el más habitual porque ofrece un equilibrio entre coste y prestaciones.

La elección dependerá de tu presupuesto y de lo que busques. Si tu objetivo es dar un salto en eficiencia energética, especialmente en climas extremos como los de Albacete (muy caluroso en verano y frío en invierno), lo recomendable suele ser optar por gas.

Los valores que debes entender: U y g

Aquí entramos en la parte que suele sonar más técnica, pero que en realidad se entiende muy bien con ejemplos.

  • Valor U (transmitancia térmica): mide la capacidad del acristalamiento para dejar escapar el calor. Cuanto más bajo es, mejor aísla. Un vidrio simple suele tener valores en torno a 5,8 W/m²K, mientras que un doble acristalamiento con argón y low-e puede bajar a 1,3 o menos.
  • Valor g (factor solar): indica cuánta energía del sol entra en la vivienda. Un valor alto deja pasar mucho calor solar, algo interesante en invierno pero negativo en verano. Un valor bajo reduce ese calor, ideal para climas cálidos.

Lo interesante es encontrar un equilibrio según tu vivienda y orientación. En Albacete, donde el verano es intenso, un valor g contenido ayuda a mantener la casa fresca sin disparar el aire acondicionado.

Tabla comparativa simplificada:

Tipo de vidrioValor U (W/m²K)Valor g (%)
Vidrio simple 4 mm5,880
Doble acristalamiento 4/16/4 aire2,870
Doble acristalamiento 4/16/4 argón + low-e1,355

Espesor y combinaciones de vidrio

No todos los dobles acristalamientos son iguales. Las cifras como “4/16/4” indican el grosor del primer vidrio (4 mm), la cámara (16 mm) y el segundo vidrio (4 mm).

  • Si la cámara es demasiado estrecha (menos de 12 mm), el aislamiento es pobre.
  • Si es excesivamente ancha (más de 20 mm), puede producir convecciones internas que reducen la eficacia.
  • El rango óptimo suele estar entre 14 y 18 mm.

Añadir un vidrio bajo emisivo (low-e) multiplica la capacidad de aislamiento. Este vidrio tiene una capa transparente de óxidos metálicos que refleja la radiación infrarroja hacia el interior en invierno y evita que entre en verano.

Ejemplo de combinaciones:

  • 4/16/4 aire: básico, económico, aislamiento moderado.
  • 4/16/4 argón + low-e: alta eficiencia, recomendado para viviendas que buscan ahorro energético serio.
  • 6/16/4 argón + low-e: mayor espesor en el exterior para mejorar aislamiento acústico.

Ejemplo práctico en Albacete: cómo se traduce en ahorro

Imaginemos un caso realista: un piso en Albacete de 90 m² con ventanas antiguas de vidrio simple. La factura anual de calefacción y aire acondicionado ronda los 1.500 €.

Al sustituir por un doble acristalamiento 4/16/4 con argón y low-e, se estima una reducción de pérdidas de calor en torno al 60 % y de ganancias de calor solar en verano de un 30 %.

En números, eso puede suponer un ahorro de unos 400–500 € al año en energía, además de un confort muy superior (menos corrientes frías en invierno y menos sobrecalentamiento en verano).

Esto no es un cálculo exacto —cada vivienda tiene particularidades—, pero sí es una aproximación basada en los valores técnicos de los acristalamientos y en consumos energéticos habituales en la zona.

Comparativa antes y después (estimación):

SituaciónConsumo calefacción + AA (kWh/año)Gasto estimado
Vidrio simple12.000 kWh1.500 €
Doble acristalamiento argón + low-e8.500 kWh1.000–1.100 €

Checklist técnico para elegir en obra o reforma

A la hora de tomar decisiones, conviene tener un pequeño guion para no olvidar lo esencial:

  • Medir bien los huecos y verificar compatibilidad con el marco.
  • Elegir la cámara: aire si buscas un mínimo, gas si buscas eficiencia real.
  • Seleccionar vidrios: normal, acústico, de seguridad o bajo emisivo según necesidad.
  • Revisar los valores U y g según la orientación y clima.
  • Pedir siempre marcado CE y ficha técnica de prestaciones.

Este checklist sirve tanto para un arquitecto como para un particular que quiera asegurarse de que lo que compra es lo adecuado.

Normativa y certificaciones aplicables

En España, el Código Técnico de la Edificación (CTE) establece los requisitos mínimos de eficiencia energética en ventanas y acristalamientos. Dependiendo de la zona climática, se exige un valor U máximo que hay que cumplir. En Albacete, por ejemplo, los valores son más exigentes por el contraste entre inviernos y veranos.

Además, es importante que cualquier acristalamiento que se instale tenga marcado CE, que garantiza que el producto ha pasado ensayos de seguridad y prestaciones. También se recomienda contar con certificaciones adicionales de calidad energética, especialmente si se busca optar a ayudas o subvenciones para rehabilitación.

Conclusión

Elegir bien el doble acristalamiento es una de las decisiones más rentables en cualquier reforma o construcción. No solo porque mejora el confort inmediato de la vivienda, sino porque reduce de manera tangible la factura energética y asegura el cumplimiento de la normativa vigente.

En resumen: analiza el tipo de cámara, los valores U y g, el espesor y la presencia de vidrios especiales como los low-e. Y, sobre todo, pide asesoramiento técnico para que la solución se adapte a tu vivienda y no al revés.

En Cristalería Pérez podemos realizar una medición in situ en Albacete, estudiar tu caso concreto y proponerte la mejor configuración de acristalamiento para que disfrutes de un hogar eficiente, cómodo y preparado para el futuro.

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